jueves, 15 de marzo de 2007

Cine y bus (II): Speed



En la película Speed hay un autobús que no puede frenar porque tiene una bomba que explota si el autobús frena a menos de 50 millas por hora. El autobús que me trajo de regreso a casa ayer por la noche tampoco tenía frenos si no es porque el conductor se paraba cuando estaba obligado. No voy a hacer un fácil juego de palabras entre el título de la película y por qué conducía así el conductor del 22. Pero qué rápido iba el condenado.

En Speed sale Keanu Reeves haciendo de madero. Keanu Reeves, ese auténtico palo como actor. Sandra Bullock es la pasajera que tiene que ponerse a los mandos del volante porque al conductor del autobús lo dejan fuera de combate los que quieren que explote el autobús. Excusa decir que no voy a hacer ningún chiste fácil y/o macabro al respecto. Pero, ¿imagináis por un momento?

La realidad supera en ocasiones a la ficción. Algunos conductores, los menos, se encuentran imbuidos del síndrome Fitipaldi. Me vino a la mente la película y quería hablar de ella. Sin ánimo de ofender, por supuesto.

1 comentario:

Alicia dijo...

Yo también me sumo a todos aquellos pasajeros del bus que pasan "pánico" cuando el conductor se cree que está en un rally. Y luego vienen los mareos, el malestar general... En fin. Eso sí, Keanu Reeves está como un queso en la película... lo de actuar ya es otra cosa. Saludos